El turismo durante estos años del siglo XXI ha venido marcado por el cambio, no tanto de las corrientes turísticas, como por el desarrollo de la informática y las nuevas tecnologías, que ha supuesto una nueva revolución en el sector.
El turista de hoy en día puede diseñar su propio viaje gracias a todos los recursos de los que dispone en internet, hace unos años algo absolutamente impensable.
Además, la aparición y consolidación de las compañías low cost ha permitido a amplias capas de la población el viajar a sitios más lejanos o menos accesibles. A eso hay que sumar la popularización de buscadores donde conseguir las mejores ofertas como: kajak, trivago, booking, etc., con lo que las propias compañías turísticas se ven obligadas a actualizarse y competir por los turistas.
A todo esto hay que añadir la importancia de las redes sociales donde se pueden consultar comentarios, buenos y malos, sobre distintas empresas, servicios, ofertas, etc., lo cual hace que la fidelidad a la marca sea más difícil de conseguir.
Todos estos factores provocan que el perfil del turista cambie. Ahora coexisten diversos tipos de turismo: desde el turista al que le gusta ir en un viaje totalmente organizado y no tener que preocuparse por nada, hasta el que le gusta confeccionar libremente su propio viaje, pasando por el que mezcla ambas tendencias.
Lo que sí está claro es que si antes se dependía de una agencia de viajes para la información, reserva y organización, ahora este tipo de empresas han tenido que reinventarse para seguir atrayendo clientes.
Se han popularizado nuevos destinos turísticos con formas de turismo diferentes, ya no prima solo el sol y playa, sino que ahora hay mucha gente interesada en el turismo cultural, de aventura, de naturaleza, deportivo, rural, etc., con lo que nuevos destinos se han abierto al turismo, tratando de primar la calidad frente a la cantidad y fomentando el respeto al medio ambiente y al crecimiento sostenible.
Estas tendencias son similares en todo el mundo, siendo España un ejemplo más de las mismas.
En cuanto a la procedencia de los turistas, siguen siendo los países de Europa Occidental y Estados Unidos los mayores emisores de turistas, aunque hay nuevos mercados emergentes donde se consolida una clase media deseosa de viajar como en los BRIC (Brasil, Rusia, India, China) y, en menor medida, los países de Europa del este.
Respecto al destino de los turistas, después de la predominancia durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX del área mediterránea europea, más países empiezan a surgir como referentes turísticos y se consolidan otras áreas de atracción como: Asia-Pacífico, América y el norte de África, aunque esta zona está sufriendo los vaivenes de las crisis político-sociales existentes.
Aunque desde el año 2007 las principales economías occidentales están viviendo una crisis económica seguida de una recesión que parece que no llega a su fin, el turismo es uno de los sectores que mejor está resistiendo y está llamado a ser protagonista de la, esperemos, próxima recuperación económica.
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