Fijaos en lo alto de la iglesia, sosteniendo el crucifijo
Imaginaos a una pareja recién casada sacándose una foto delante de la iglesia....
Esta iglesia está dedicada a San Eustaquio, militar romano que combatió bajo las órdenes del emperador Trajano. Un día, estando de caza, encontró una manada de ciervos. Uno de ellos llevaba un crucifijo entre las astas y oyó la voz de Jesús, con lo que se convirtió al cristianismo y, posteriormente, sufrió martirio durante la persecución de Adriano a los cristianos.
De esa visión viene los cuernos del ciervo en lo alto de la iglesia.
Eso sí, por dentro es muy bonita.
Si te apetece verla, se encuentra en la Plazoleta de San Eustaquio, muy cerquita del Panteón de Roma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario